lunes, 31 de diciembre de 2012

   - No sé lo que me pasa, pero sé que me tiene que pasar. Estoy loca, sí, lo estoy. Me muero por otro de sus besos, bueno, ya ni me acuerdo, supongo que le necesito, o eso creo. No se qué me pasa, no sé por qué me pongo tan repugnante cuando está a menos de 1 metro y 80 centímetros de mí, no sé por qué cuando pasa delante pongo cara de asco y me enfado porque se me ha vuelto a escapar, no sé por qué cuando le veo miro hacia otro lado, No sé por qué si le encuentro cambio de acera y tampoco sé por qué si le quiero lo oculto. No sé por qué le miro de repente, se me va la vista y luego me doy cuenta. Igual a veces me mata lo que dice y otras sus palabras me acarician lentamente, no lo sé. Tampoco sé qué pensar, no sé si esta con otra, si no me quiere, si le hace más falta la de al lado. No se si prefiere una calada a un beso y tampoco sé que significa o significó, pero me da igual
Para él todo lo pasado supongo que... no lo sé, ¡no lo sé!, pero está claro que no estoy enamorada de él.
- No vivas tu propia mentira, dejarás que te coma la mierda.
- ¿Por qué?
- Porque se nota que le quieres, simplemente por la manera en que le miras, joder, el brillo que aparece en tus ojos cuando le tienes cerca y la sonrisa que te sale cuando se dirige a tí. Te muerdes el labio cada vez que menciona tu nombre y estás todo el día hablando de él y de lo mucho que le odias, incluso...
- ¿Cómo coño sabes todo eso?
- Porque me muero cada vez que te pasa eso, porque a mí me pasa lo mismo contigo.

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